TAO: El observatorio más alto del mundo en Chile fue inaugurado por científicos japoneses

texto Agencia Makro | foto portada Proyecto TAO

Este martes, después de 26 años desde el inicio del proyecto TAO, se inauguró oficialmente el observatorio Atacama de la Universidad de Tokio (TAO, por sus siglas en inglés: The University of Tokyo Atacama Observatory), ubicado en la cima del cerro Chajnantor, a 5640 metros de altitud. Este observatorio podrá mostrar los orígenes de planetas, estrellas primordiales y galaxias con nuevos instrumentos infrarrojos.

El observatorio fue construido en la cima de una montaña desértica del norte de Chile, el cerro Chajnantor, a una altitud de 5640 metros, lo que lo posiciona como el más alto del mundo, un poco más de 400 metros más alto que el Observatorio Astrofísico de Chacaltaya, en los Andes bolivianos.

El sitio del telescopio TAO puede capturar luz que otros observatorios no pueden ver. La luz infrarroja de los objetos celestes no llega a la Tierra excepto en algunas bandas de longitud de onda debido a la absorción atmosférica. Por tanto, las observaciones infrarrojas han requerido telescopios satelitales que salen de la atmósfera y orbitan la Tierra.

Sin embargo, debido a que el aire en el sitio TAO es fino y seco, con muy poco vapor de agua en la atmósfera, es posible observar casi todo el rango de longitudes de onda del infrarrojo cercano (0,9-2,5 micrones) e incluso la longitud de onda más larga del infrarrojo medio (banda de 30 micras).

Así lo explica el profesor emérito Yuzuru Yoshii, investigador principal del proyecto desde 1998: “Buscamos dilucidar misterios del universo, como la energía oscura y las primeras estrellas primordiales, y para ello, es necesario observar el cielo de una forma que solo TAO hace posible”. Y agrega: “Incorpora una óptica, sensores, electrónica y mecanismos de última generación, pero la singular altitud de 5640 metros es lo que le confiere tal claridad de visión. A esa altura, hay poca humedad en la atmósfera que afecte a su visión infrarroja”.

Tras la inauguración, las observaciones no comenzarán de inmediato, sino que lo harán a partir de 2025. El observatorio estará operado por la Universidad de Tokio, donde los astrónomos tendrán acceso ilimitado a él durante largos periodos de tiempo, algo esencial para muchos nuevos tipos de investigación astronómica que exploran fenómenos dinámicos imposibles de observar con observaciones poco frecuentes desde telescopios compartidos.

Te invitamos a revisar algunas imágenes de la ceremonia de inauguración: