“Küme tünngün ta niemün» el llamado a paz del Papa Francisco en Temuco

texto Agencia Makro | fotos Sebastián Vivallo Oñate

 

El Papa Francisco llegó al aeródromo Maquehue en Temuco, para celebrar la misa «por el Progreso de los Pueblos». En el inicio, el Pontífice saludó a a los presentes en Mapudungún: «Mari Mari. Küme tünngün ta niemün» (Buenos días. La paz esté con ustedes).

Ceremonia que estuvo llena de signos mapuche, en la que el Papa se refirió a La Araucanía como un lugar herido citando la canción de Violeta Parra «Arauco tiene una pena»: «Si nos acercamos a su suelo lo escucharemos cantar: ‘Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar’.

Asimismo, el Papa tuvo más de un gesto con los pueblos originarios, a quienes dio un reconocimiento y un afectuoso saludo: «Quiero detenerme y saludar de manera especial a los miembros del pueblo Mapuche, así como también a los demás pueblos originarios que viven en estas tierras australes: rapanui (Isla de Pascua), aymara, quechua y atacameños, y tantos otros».

Durante su homilía, el Papa se refirió a los conflictos y momentos de tensión que vive la región, de hecho expresó que la ceremonia tuvo lugar en el aeródromo de Maquehue, ya que es donde «en el cual tuvieron lugar graves violaciones de derechos humanos».

«Es imprescindible defender que una cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas. No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos no a la violencia que destruye, en ninguna de sus formas», afirmo el Papa Francisco.

Llamó a la unidad e hizo una diferenciación entre unión y uniformidad: «Jesús no le pide a su Padre que todos sean iguales, idénticos; ya que la unidad no nace ni nacerá de neutralizar o silenciar las diferencias… No es ni será una uniformidad asfixiante que nace normalmente del predominio y la fuerza del más fuerte«.

Enfatizó en los tipos de violencia, donde se refirió a los acuerdos que nunca llegan a concretarse. «Debemos estar atentos a la elaboración de bellos acuerdos que nunca llegan a concretarse. Bonitas palabras, planes acabados… pero que al no volverse concretos terminan borrando con el codo, lo escrito con la mano. Esto también es violencia, porque frustra la esperanza«, expresó.

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